Lo dijo sin señalar un gesto de sonrisa ni de humor. Nada, nada colma tanto como ser alcalde de una ciudad como Madrid. Y si cuela, cuela. De esta forma, Gallardón trata de frenar las especulaciones sobre sus aspiraciones políticas. Pero la verdad es que ninguno de los comensales del desayuno de trabajo de este miércoles ponían cara de creérselo. Más bien, todo lo contrario.

Porque la aspiraron política de Gallardón es tan visible que es imposible ocultarla. Y no resulta nada creíble que el presidenciable esté colmado dirigiendo el tráfico y organizando el Madrid 2016. No es creíble. Por eso deja la puerta abierta a que si el partido lo considera, hará lo que le diga el partido Es decir, conspirará todo lo posible y más para ser diputado por Madrid para después darle la patada a Rajoy tras su fracaso en 2008. Gallardón tendrá en el debe un Madrid olímpico Rajoy en el haber la derrota electoral. ¿A qué está bien pensado?

Por lo demás, el alcalde capitalino nos contó una lacrimógena historia de que su padre fue fundador del partido y que siendo él el botones de su padre, llevó los estatutos fundacionales de Alianza Popular al registro de partidos. Comprenderán que estoy plenamente a disposición de este partido.

Pero lo más llamativo es que Gallardón reconoce que cuando Aznar le propuso ser alcalde de Madrid, tras consultarlo con su mujer y con Manolo Cobo, aceptó a pesar de pensar que era él quien le estaba haciendo un favor al entonces presidente del partido y del Gobierno. Ahora le he dicho a Aznar que me había equivocado, que fue él quien me hizo un favor. Ja.