Sr. Director:

Hace poco leía las opiniones de Philippe Nemo, especialista en filosofía moral y política y director científico del Centre de Recherche en Philosophie Économique (CREPHE) de la Escuela Superior de Comercio de París (ESCP-EAP). Él mantiene que la educación debe considerarse de interés general. Esto significa que el progreso del conocimiento y una buena educación para la población llevarán hacia el bien de la sociedad. Esta función debe llevarse a cabo por familias y escuelas. Si sólo existe un servicio público, es decir, un monopolio de la escuela estatal, no se podrá preservar este interés general. La razón es que estas escuelas como la historia ha demostrado en diversas ocasiones crean dogmatismo, ineficacia burocrática y tiranía política.

Finalmente, todo esto produce la ruina intelectual. Sin embargo, también se puede favorecer una enseñanza libre que surja de la iniciativa privada, de asociaciones o fundaciones que reciban una financiación pública según ciertas condiciones para asegurar la calidad de la docencia. Con este sistema se garantiza la neutralidad política, una mejor eficiencia en la gestión de los centros y mejores resultados educativos.

Angel Plaza

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