Actos de vandalismo contra una iglesia ortodoxa en EstambulTodos los días hay informaciones sobre persecución a los cristianos y a lo cristiano. En Pakistán, un juez de la ciudad de Lahore ha condenado a muerte a un cristiano acusado de supuesta blasfemia, supuestamente por insultar al profeta Mahoma hace un año, según han informado los abogados del acusado. La resolución determina, en concreto, que «Sawan debe ser ahorcado y multado», según el abogado Nameen Shakir, que ha confirmado que presentarán recurso, publica Europa Press. «Vamos a apelar la sentencia en la Corte Suprema de Lahore», dijo Neem Shakir, uno de los abogados de Masih, tras conocerse la sentencia.

La base de las acusaciones estriba en las declaraciones de un musulmán que aseguró que el acusado había insultado al profeta Mahoma hace un año en la ciudad de Lahore. Pero la ley no requiere que el denunciante presente pruebas y no existen multas en caso de que las acusaciones sean falsas.

El miedo es tal que incluso los jueces pueden negarse a escuchar las pruebas, por miedo a que repetir las declaraciones también pueda ser constitutivo de blasfemia. También se han dado casos de jueces atacados por dictar sentencias absolutorias.

No es de extrañar, por tanto, que tras conocerse los presuntos comentarios blasfemos de Masih, más de 3.000 musulmanes arrasaron el barrio cristiano de Joseph Colony, incendiando unas 160 casas, 18 tiendas y dos pequeñas iglesias.

En Pakistán hay al menos 16 personas condenadas a muerte por este delito y unas 20 cumplen cadena perpetua. Desde 1990, al menos 52 personas han sido linchadas por ofender al Islam, según un informe difundido en 2012 por el Centro para la Investigación y los Estudios de Seguridad.

Por otra parte, en Estambul (Turquía), un lugar sagrado para el cristianismo ortodoxo ha sido profanado por un grupo de jóvenes radicales, al parecer relacionados con el partido HDP (Popular Democrático) pro-kurdo. La policía no intervino para frenar el ataque, informa AIN.

La profanación tuvo lugar el 23 de marzo en la iglesia de Agia Paraskevi en Kazilcesme, cerca de las antiguas murallas bizantinas de Constantinopla. La iglesia es famosa por la presencia de una fuente de agua, santificada, según la tradición del rito Bizantino del Este.

José Ángel Gutiérrez
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