El 83% de los que ganan por encima de los 150.000 son trabajadores por cuenta ajena

 

El Gobierno está ultimando el impuesto para ricos que deberá presentar en el anteproyecto de ley de presupuestos de este viernes. Mucho se ha hablado de elevar el IRPF con el único límite de no alcanzar el 50%, barrera psicológica. Sin embargo, la subida en general del IRPF resulta un tanto injusta. En el caso de los que ganan más de 150.000, se trata de rentas del trabajo. Si el corte del rico fuera de 60.000 euros, el porcentaje baja al 74%. Muchos en todo caso.

Quedan fuera los empresarios y profesionales que se escabullen en la economía sumergida. Así que lo primero que hace falta es un plan de verdad de lucha contra el fraude. Y lo segundo, grabar las rentas del capital. Sólo con que se elevara el tramo de más de 12.000 euros de rentas de capital al 24% de mínimo marginal general, se recaudaría lo mismo que subiendo el IRPF a los trabajadores más cualificados. La pelota está en el tejado del Gobierno. Pero debe tener claro que la fiscalidad tiene como fin lograr la suficiencia financiera de una manera equitativa, no hacer política ni guiños electoralistas.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com