Me comenta un empresario de Hostelería, propietario de varios complejos, de hotel con restaurante: ¿A qué no sabes lo primero que hago por la mañana?: llamo a mi gerente y le pregunto, no por la ocupación o por las reservas, sino por las bajas. Hoy, por ejemplo, he llamado a uno de los establecimientos y me ha dado el parte: en una plantilla de 32 trabajadores tiene a ocho de baja. Y no por enfermedades graves, no. Uno se ha caído de la bicicleta, otro ha ido al médico, un tercero está en casa con gripe. Dicen que con la crisis se ha reducido el absentismo. La verdad es que yo no lo noto.

La reforma laboral del Gobierno Zapatero no ha servido para mucho, más bien para nada, a tenor de la evolución del paro desde que entró en vigor. Pero es que esa reforma no toca, para nada, el problema del absentismo laboral, ni su coste fiscal ni la pérdida de competitividad que provoca en la empresa.

El absentismo sí es un problema real la economía española, aún en periodo de crisis. Lo de la crisis bancaria es una coña marinera que sólo se arregla dejando quebrar a los malos banqueros y asegurando los depósitos -que no las inversiones- de los clientes.

Eulogio López

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