Sr. Director:
Esta semana ha sido detenido el alcalde de ERC de Alcanar, un pueblo de Tarragona, junto a varios constructores por prevaricación y tráfico de influencias en temas de urbanismo.

La verdad es que las prácticas poco ejemplares en ERC no son novedad. Hace poco también fue imputado su portavoz en la Diputación tarraconense por malversar fondos. Y recientemente el exconseller de ERC, Jordi Ausàs, ha sido condenado a cuatro años de prisión por ejercer de contrabandista mientras al mismo tiempo era Honorable Consejero de Gobernación de Cataluña, lo cual roza casi lo surrealista.

Al leer noticias como estas siempre me viene a la cabeza ese "país nuevo, transparente y sin corrupción" que nos vende ERC. Y me admira la ingenuidad de aquellos -que los hay- que se lo creen. 

Teresa Lozano