Sr. Director:
No es preciso extenderse en los detalles, pues lo hacen "a cara descubierta" y sin disimular. ¡España nos la están quemando!

También me refiero al fuego. Es curioso que cuando gobernaba el señor Aznar, proliferaron mucho los incendios, naturalmente intencionados. Ahora, como están viendo, toda la piel de toro es una verdadera hoguera, y casi todo intencionado.

Pero me refiero a otra destrucción aún peor, generada por irresponsables políticos. No voy a hablar del 11-M, ya bastante lejano y cuyas desastrosas consecuencias estamos ahora sufriendo; ni tampoco del juez que nos tapó la boca sin consentir que se aclarase nada. Solamente expresaré mi gran preocupación por esos señores a los que la ambición del poder les lleva a pergeñar cualquier patraña para conseguirlo; no les importamos nada los ciudadanos; solamente quieren el poder para adoctrinar.

Han hundido el país y ahora, con su brillante demagogia, le echan la culpa a los que están intentando sacarnos a flote.

Y también a esos sindicatos que presenciaron cómo nos estaban robando la cartera y no movieron un solo dedo; ahora atacan con toda crudeza a los que dan la cara para devolvernos esa cartera y tratan de curar las heridas que nos causó el ladrón. Cierto que los sindicatos están ya suficientemente desacreditados, pero tanto revuelo nos produce repugnancia a los españoles.

Pablo Delgado Escolar