Sr. Director:
Desde hace años sigo con interés los pregones de la Fiesta Mayor de la Merced en Barcelona.

 

Fueron muy buenos los del cardiólogo Valentín Fuster en 2002, el escritor Carlos Ruiz Zafón en 2004 y el cantautor Jaume Sisa en 2008. En general, pienso que un buen pregón debe intentar fomentar la convivencia ciudadana durante unos días de fiesta y no entrar en discusiones políticas de las que vamos sobradísimos el resto del año. En ese error ha incurrido este 2010 el poeta Joan Margarit: en vez de realizar un pregón sobre la vida artística y cultural de Barcelona como se espera de un hombre de letras, Margarit ha soltado un aburrido "rollo" sobre sus ideas políticas personales, cargado de resentimiento y odio independentista. 

Parece, en fin, como si Margarit hubiera confundido el Pregón de la Merced con un mitin de Laporta.

Vicenta Arnau