Sr. Director: 
En esta campaña electoral, como en otras, es muy socorrido por parte de algunos medios de comunicación, hablar despectivamente y exageradamente del gasto económico que supone un proceso electoral como este para las arcas públicas.

 

Pero estos mismos medios de "comunicación" omiten los ingresos que les supone a ellos el proceso electoral de manera directa, o los ingresos que les suponen, los gastos para las arcas públicas en publicidad y otras cuestiones a lo largo de un año natural.

Pues bien, yo, si entiendo lo necesario, de que los ciudadanos conozcan los diferentes proyectos que confrontan por su apoyo, entiendo el gasto que genera en las arcas públicas, pero también los ingresos y beneficios en muchos sectores y en miles de ciudadanos directa o indirectamente, incluido en el de aquellos que hablan despectivamente del gasto u omiten por descuido o deliberadamente los ingresos que les genera este u otro proceso electoral, partidos políticos, instituciones, etc., a lo largo del año.

Creo que todos debemos ser un poco más responsables, no solo en donde gastamos el dinero de todos, sino también en dejar bien claro, que nuestra democracia, para que pueda seguir siendo fuerte y avanzada, tiene que ser garante de proporcionalidad e igualdad, y eso sin duda también lo hace el dinero que destinamos a los agentes sociales, partidos políticos, instituciones y cómo no, a los procesos electorales, de los cuales salen las personas y proyectos, que darán continuidad a nuestro estado de bienestar.

Raúl Santiago García López