Al parecer, ni la nueva operación policial (14 personas detenidas como presuntos miembros el aparato de captación de ETA) ha impedido que ETA colocara un coche bomba en el recinto ferial madrileño, horas antes de que SS.MM los Reyes de España y el presidente de México, Vicente Fox, aparecieran por el lugar. No ha habido víctimas mortales, pero sí 43 heridos leves.

Desde el debate parlamentario sobre el Plan Ibarretxe, la policía había colocado severos controles en zonas céntricas de Madrid, especialmente a primera hora de la madrugada. Oficialmente, no se reconocía nada, pero el temor a un atentado era evidente. Ahora, el atentado ha llegado. Los terroristas de ETA no van a permitir que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el lehendakari Ibarretxe tengan otra salida que su alianza con los proetarras de Batasuna.

Y es que el atentado llega justo en el momento que Rodríguez Zapatero intenta una alianza con el Partido Nacionalista Vasco con dos objetivos: el primero, arrinconar al Partido Popular; el segundo, pasar por el político que logró que los  nacionalistas volvieran al redil constitucional. Las elecciones en el País Vasco el próximo 17 de abril pueden dar la mayoría a una coalición PSOE-PNV o a una coalición PSOE-PP. A ETA no le gusta ni la una ni la otra: quiere un nacionalismo radical, y está dispuesto a conseguirlo con bombas.

Por cierto, el atentado de Madrid sí ha afectado a la Bolsa.