Argumentalmente, Un canguro superduro recuerda a  Poli de guardería, la simpática y mucho más lograda película de Arnold Schwarzenegger.

Es decir, hablamos de duros policías que tienen que asumir una personalidad falsa para proteger a inocentes amenazados. Aquí, el actor Vin  Diesel encarna a un marine, al que le asignan la arriesgada misión de convertirse en el canguro de los cinco hijos de un científico asesinado que trabajaba en un proyecto vital para la seguridad nacional de EEUU,  así como encontrar el lugar donde escondió el resultado de sus investigaciones. Pronto, Shane tendrá que vérselas con  unos malvados que quieren apoderarse de ese proyecto, al mismo tiempo que tendrá que imponer cierta disciplina en el caótico hogar. 

Típico producto de los últimos años de  la factoría Disney, Un canguro superduro cuenta con una trama poco original y con gags muy simples. Su principal fallo radica en que trata  al público que va dirigido (los niños) como seres incapaces de disfrutar con el humor inteligente. Es decir, una opción mediocre.