Los empresarios rechazan la animadversión de EpC hacia el empresariado Que UGT le ofrece cariño al Gobierno no es noticia. Que Cándido Méndez actúa de facto´ como vicepresidente cuarto, tampoco. Pero lo que es menos conocido es el compromiso del sindicato hermano en EpC. Con razón UGT ha recibido casi 2 millones de euros (1.784.272) del Ministerio de Educación desde 2004. Por eso ha tratado de personarse -sin éxito- en los distintos procedimientos judiciales en defensa de la asignatura, señalan desde Profesionales por la Etica.
Pues bien, según la publicación FETE-UGT: nuestro compromiso con la Educación, UGT defiende un modelo de escuela pública, laica, plural y democrática. Vamos, que la concertada católica no es democrática. Añaden los ugetistas que pretenden que la escuela se forme a los alumnos en el replanteamiento permanente de las ideas recibidas. ¿Por ejemplo, el socialismo?, ¿Por ejemplo el sindicalismo más rancio?
Pero más allá de los planteamientos ideológicos, lo relevante es que UGT ha asumido EpC como su trampolín para entrar en las escuela. Por eso ha desplegado escuelas de profesores, materiales didácticos, etc. Entre esos materiales hay uno dedicado a la educación afectiva-sexual en el que destaca el apoyo a la campaña una escuela sin armarios promovida por la Federación de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales (creo que no me he dejado nada). El objetivo de esta campaña es visibilizar las diferentes orientaciones sexuales en el currículo escolar, en el lenguaje y en la práctica educativa. Obviamente, este era el verdadero objetivo de la polémica asignatura.