• Y mientras, la oposición callejera se radicaliza.
  • Rusia suspende su ayuda económica hasta que el nuevo Gobierno ucraniano decida cómo abordará sus relaciones con Moscú.
  • El representante del presidente ucraniano Yanukovich descarta elecciones anticipadas en Ucrania tras afirmar lo contrario.
  • Yanukovich advierte contra el "radicalismo" tras reincorporarse de su baja.
  • La UE estudia más apoyo a Ucrania para ayudarle "en su camino europeo".
  • Y Georgia también desea separarse de la órbita de influencia rusa.
  • El activista ucraniano que fue torturado promete seguir luchando. 
Horas después de asegurar a un canal de televisión que el presidente ucraniano,Viktor Yanucovich, sí estaría dispuesto a convocar elecciones en caso de que no se llegue a un acuerdo para superar la crisis política, su representante en el Parlamento, Yuri Miroshnichenko, dio marcha atrás y descartó que las autoridades se estén planteando la convocatoria de elecciones parlamentarias anticipadas. "Esta cuestión no está de actualidad. Hemos aprobado la ley (de amnistía) y hemos dejado atrás (la cuestión de las elecciones)", dijo el también diputado del oficialista Partido de las Regiones a la agencia rusa Interfax Ukraini.

Mientras, Yanukovich, que ha regresado al trabajo después de cuatro días de baja por una enfermedad leve, ha lanzado una advertencia contra el aumento del "radicalismo", más de dos meses después del comienzo de las manifestaciones en Kiev que han acabado en actos violentos y en enfrentamientos con la Policía.

Pero Rusia (en la imagen su presidente, Vladimir Putin) sigue chantajeando a los ucranianos y ha anunciado la suspensión del apoyo financiero que prestaba a Ucrania, hasta que el nuevo Gobierno decida cómo abordará sus relaciones con Moscú.

Sin embargo, las manifestaciones de Kiev comenzaron después de que Yanukovich rechazase firmar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, para favorecer sus relaciones con Rusia.

Precisamente, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha asegurado que la UE discute con sus socios la posibilidad de "hacer algo más" para apoyar a Ucrania con el objetivo de ayudarle en "su camino europeo" pero ha dejado claro que no se trata de pagarle por firmar el acuerdo de asociación y libre comercio que le ofrece el bloque europeo.

"Quieren acercarse más a la Unión Europea y ciertamente estamos listos para apoyar esto", ha explicado Barroso, que no ha avanzado cifras, preguntado por el plan de ayudas que preparan la UE y EEUU, anunciado por la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton.

El presidente del Ejecutivo comunitario también ha reclamado a Rusia, sin citarle expresamente, respeto "muy claro" para la decisión soberana de Georgia de firmar un acuerdo de asociación y de libre comercio similar al ofrecido a Ucrania y ha subrayado el compromiso de firmarlo "durante el mandato de esta Comisión".

Porque los georgianos también quieren separarse de la órbita rusa y acercarse a la UE y a la democracia. De hecho, el primer ministro georgiano ha recordado que la mayoría de la población ve prioritario firmar el acuerdo con la UE "lo antes posible" y "no más tarde de agosto de 2014" como acordaron los jefes de Estado y de Gobierno europeos, para lo que cumplirán "todos los requisitos necesarios", al tiempo que ha dejado claro que el proceso de integración europea del país es "irreversible".

Y, a todo esto, Dimitro Bulatov, el activista ucraniano que fue secuestrado y torturado la semana pasada por unos desconocidos que hablaban con acento ruso, ha prometido continuar con su lucha por la consecución de la democracia, tras haber llegado a un hospital de Lituania para someterse a tratamiento médico.

Bulatov, de 35 años de edad denunció que llegó a ser "crucificado" y que estuvo secuestrado durante una semana. "Fui crucificado", señaló. "Agujerearon mis manos. Cortaron mi oreja, cortaron mi cara. No hay un solo punto de mi cuerpo que no esté herido. Lo podéis ver vosotros mismos, pero estoy vivo gracias a Dios", explicó, con la cabeza y la cara ensangrentada.

Así se las gastan los rusos para seguir teniendo a Ucrania bajo sus alas. Pero los ucranianos quieren democracia, paz y libertad y se enfrentan a su propio Gobierno corrupto.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com