• El ministro de Exteriores ruso habla de "ciertos progresos" tras las conversaciones en Berlín, pero el alto al fuego está muy lejos.
  • El conflicto se decide en el frente militar: los combates entre los soldados ucranianos y las milicias separatistas en Dontesk y Lugansk.
  • El cruce de desmentidos entre Moscú y Kiev empeña la realidad de los ataques entre las partes.
  • La otra 'guerra', la comercial, se salda con una medida de emergencia de la Unión Europea: destina 125 millones de euros parar reparar el boicot ruso.

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha dicho que se han obtenido "ciertos progresos" en las conversaciones en Berlín con dirigentes de Francia, Rusia, Ucrania y Alemania. El objetivo era conseguir una solución al conflicto del este de Ucrania, pero eso, de momento, está muy lejos. Lavrov ha pedido a todas las partes que continúen el dialogo para preparar "propuestas concretas". Su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier, ha confirmado, por su parte, que acordarán "cómo continuar las discusiones". Steinmeier insistía, lógicamente, en que la prioridad es "lograr un alto al fuego en Ucrania para evitar nuevas víctimas", pero los avances son mínimos.
Mientras en el frente diplomático apenas hay cambios, a pesar de lo que parece que son buenas intenciones, en el frente militar se suceden los ataques entre el Ejército de Kiev y los separatistas. Los últimos ataques conocidos proceden de las milicias pro rusas, tras el lanzamiento de cohetes en la región de Lugansk, según fuentes militares ucranianas. Un portavoz del mando de operaciones, Anatolii Proshin, ha asegurado que "los milicianos han lanzado un amplio ataque con morteros y lanzaderas Grad contra un convoy de refugiados de las localidades de Jriaschuvate y Novosvitlivka". Proshin ha advertido de que los últimos altercados han causado "muchas víctimas".
Estos ataques están precedidos por una ofensiva de las fuerzas gubernamentales a posiciones de los separatistas pro rusos en Gorlivka y otras poblaciones del este del país durante la madrugada de ayer. "Las localidades de Malaya, Ivanivka y Andrianivka han quedado libres. Alchevsk está ya completamente aislada. Gorlivka, totalmente bloqueada", ha informado el Ejército ucraniano a Reuters.
La ciudad de Gorlivka cuenta con unos 230.000 habitantes y permanece controlada por los insurgentes desde el inicio de la sublevación. El asedio del Ejército a esta ciudad confirma un avance importante, pues constituye un enclave estratégico que une por carretera Dontesk y Lugansk, las dos principales regiones bajo el control de los separatistas.
Mientras, se sucede el cruce de declaraciones entre Kiev y Moscú. Así, Serguéi Lavrov ha desmentido que el Ejército ucraniano haya destruido una columna de blindados rusos, tal y como aseguraron las autoridades de Kiev. Este ataque, que confirman desde Ucrania, se produjo tras la presunta infiltración del conjunto de vehículos militares rusos aprovechando una brecha en la valla fronteriza.
Y, entre tanto, la guerra comercial entre Rusia y la Unión Europea trae consigo las primeras consecuencias. La Comisión Europea se ve obligada a tomar lo que califica como una medida de emergencia: la destinación de 125 millones de euros para la retirada y distribución gratuita de verduras y frutas perecederas. La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, se ha reunido, por su parte, esta mañana con representantes del sector agrario.
Daniel Esparza
daniel@hispanidad.com