• A ese aumento de la presencia militar se suman tanto Rusia como Estados Unidos y sus aliados.
  • Lo último, las maniobras de la OTAN en Estonia.
  • Y todo ello no deja de resultar inquietante. Mientras, milicianos prorrusos huyen de Slaviansk (este de Ucrania), acosados por el Ejército gubernamental.  
La crisis de Ucrania está provocando un aumento de la presencia militar en el espacio ex soviético, tanto por parte de Rusia como de Estados Unidos y sus aliados, lo que no deja de resultar inquietante.



Precisamente este lunes la OTAN inicia unas maniobras en Estonia (en la frontera norte de Rusia) en las que participan unos 6.000 militares de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Polonia, Lituania, Bélgica, Dinamarca y Países Bajos.



Se da la circunstancia de que las tres repúblicas bálticas cuentan con importantes minorías rusas, que en el caso de Estonia y Letonia rondan el 30% de la población.



Lo que nos recuerda que Rusia ya se ha anexionado Crimea, que también contaba con una importante población prorrusa. Y que Rusia sigue con su política de promover revueltas a su favor entre los territorios ex soviéticos utilizando a elementos afines, sobre todo en varias ciudades del este del país.



Es el caso de la ciudad de Slaviansk (este de Ucrania), donde el Ejército ucraniano ha retomado este lunes su ofensiva contra los rebeldes prorrusos que controlan la ciudad, pero que continúa rodeada por el Ejército después de cuatro días. Como consecuencia del ataque, un grupo de milicianos separatistas con al menos dos vehículos blindados de transporte de tropas ha huido.



Mientras que en Donetsk, la capital de la región del mismo nombre, los vecinos aseguran que los blindados se encuentran a tan solo 20 kilómetros, según informa Érika Réija, enviada especial de TVE. Los habitantes de Donetsk temen que la localidad sea la siguiente en ser asaltada por las tropas gubernamentales ucranianas.



Y es que los ánimos están muy tensos después de lo sucedido en Odesa (sur), donde más de 40 personas murieron en los enfrentamientos entre partidarios y detractores del gobierno de Kiev. La mayoría de las víctimas fueron manifestantes prorrusos que se refugiaron en el edificio de los sindicatos, posteriormente incendiado por los partidarios del gobierno central.



Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com