• El primer ministro turco también había amenazado con prohibir Facebook y Youtube.
  • Y es que sus ideas salafistas radicales están muy alejadas de la libertad y del respeto a los derechos humanos fundamentales. 
En Turquía, la Institución de Tecnologías de la Comunicación (BTK) ha bloqueado el acceso a la red social Twitter por la negativa de la compañía a cumplir con los fallos de los tribunales tras varias denuncias por violación de la privacidad formulada por varios usuarios.

"Las quejas de nuestros ciudadanos sobre sus derechos personales y de privacidad han llevado a los tribunales a la decisión de bloquear el acceso (a Twitter). Las decisiones han llegado a la Presidencia, que pidió la retirada del contenido", ha manifestado.

Pero la verdadera razón puede ser otra. Porque durante un reciente discurso electoral, y después de que la red social facilitase la convocatoria de manifestaciones masivas en el país, el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan (en la imagen), criticó y ridiculizó Twitter y afirmó: "Acabaremos con todos ellos". "La comunidad internacional puede decir esto, puede decir aquello. No me preocupo. Todos verán lo poderosa que es la República de Turquía".

Es más: Erdogan anunció hace dos semanas que el Gobierno podría prohibir Facebook y Youtube, al considerar que había sido utilizada por sus enemigos políticos después de que se publicasen a través de estas páginas grabaciones que demostraban su supuesta implicación en casos de corrupción.

No hay duda. Turquía es un país gobernado por un partido con ideas islamistas radicales vinculadas a los Salafistas y a los Hermanos Musulmanes, es decir, bastante alejadas de la idea de libertad y derechos humanos, propias de las democracias occidentales de la UE.

Así que no es de extrañar ese miedo a la libertad, en este caso de opinión e información, a través de las redes sociales.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com