Ha cumplido 35 años y nadie quiere saber nada de ella. El PSOE pretende cambiarla para crear un Estado federal. Izquierda Unida quiere rehacerla para implantar la III República.

Los nacionalistas catalanes pretenden una independencia que no cabe en la Constitución. Otros se han convertido en antisistema que repudian cualquier tipo de constitución y que piden... no lo tengo claro, pero creo que es dar rienda suelta a su desesperación. Vamos, que quieren destruir lo que hay sin plantear alternativa alguna.

¿Y el PP Donde siempre, en el limbo. 

A fin de cuentas, el nihilismo, también en política, es una de las marcas de nuestro tiempo. Luego están los ciudadanos hartos de la política, por aquello de la corrupción, que cada día son más.

Y eso que el texto 'celebra' su trigésimo quinto cumpleaños, que no es mucho para un emblema jurídico de los clasificados como fundamentales. Además, la historia de España viene marcada por constituciones de muy breve recorrido. Además, en 1978 se consiguió en aras de la reconciliación nacional tras la Guerra Civil y la dictadura de Franco. Ahora nadie quiere reconciliarse con nadie. Más bien todo lo contrario.

Pero no se apuren, el problema de España no es el consenso constitucional sino el cainismo. Y el canismo sobrevive con y sin constitución. Y no se arregla con consenso sino con la recristianización de España. No sé si va para largo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com