Un problema fallido: las minusvalías de Sacyr y Repsol representan 712 millones de euros al cierre del ejercicio

La Asamblea de Mutua Madrileña no llega en un mal momento para el nuevo presidente Ignacio Garralda. Tomó las riendas en 2008 y se produjo una parálisis en el negocio, afectado por la caída en la venta de automóviles y por cierta falta de iniciativa publicitaria: el caso es que, a 31 de diciembre de 2008, los ingresos por primas en el seguro de automóvil cayeron un 6,7% mientras la captación de pólizas lo hacían en un 12%.

Los informes de analistas destacan que la rentabilidad comparada de Mutua durante 2008 respecto a sus competidores, especialmente a Mapfre, Línea Directa, Reale, Groupama, Liberty, etc., dejaba mucho que desear.

En 2009, el equipo directivo se ha desperezado un tanto, con fuertes descuentos a los mutualista, lo que ha provocado que el número de pólizas captadas haya aumentado en un 42% durante le primer trimestre aunque no los ingresos, por cuanto los descuentos aplicados al mutualista (al nuevo, no al antiguo).

Otro problema son las minusvalías de sus dos inversiones industriales más destacadas: Sacyr, donde las pérdidas latentes se elevan a 409 millones de euros por los 303 de Repsol.