Según señaló en el XIII Congreso de Derecho Sanitario el subsecretario del ministerio de Sanidad y Consumo, Fernando Puig de la Bellacasa, Salgado emprenderá una estrategia de acoso al alcohol entre adolescentes tras las campañas antitabaco y contra las drogas, exigencias para su candidatura al frente de la OMS.

Tarea complicada, porque el botellón forma parte ya de la costumbre mayoritaria de los adolescentes españoles. Ni las multas ni los cursos de concienciación han servido demasiado para convencer a los más jóvenes de los daños que el alcohol puede generar en su organismo. Así que el reto que tiene Salgado por delante no es menor. Bueno, Salgado o quien le toque sustituirla.