Un informe de la Oficina Económica de Presidencia de Gobierno aconseja el copago farmacéutico, subir los impuestos sobre carburantes así como sobre el alcohol y el tabaco. El argumento central continúa siendo el mismo: la presión fiscal en España es inferior a la media europea. El problema es que la rebelión fiscal empieza a cundir entre las clases medias

El jefe de la Oficina de Presidencia de Moncloa, Javier Vallés se ha alineado con la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado y apuesta también por no dejar que las subidas de impuestos se queden en los dos puntos del IVA que se aplicarán a partir del 1 de julio. Ambos exponen a Zapatero el mismo argumento: la presión fiscal en España es inferior a la media europea, aunque siempre se emplee el concepto de presión fiscal, no el de esfuerzo fiscal, y las comparaciones se empleen con la Europa de los 15 ó con las de los 27, según interese.

En cualquier caso, Zapatero ha hecho suyos los argumentos de Vallés y Salgado que no comparte, por ejemplo, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa: hay que elevar los impuestos todavía más. En primer lugar, el copago farmacéutico, dado que el coste de las medicinas se ha disparado y ninguna de las medidas experimentadas para controlarlo han funcionado. Como decía el hoy gobernador del Banco  de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), antes los responsables de Economía hablaban de presupuestos, ahora hablamos del coste de la Sanidad.

Subida de impuestos especiales, naturalmente. Alcohol y tabaco siempre, los gravámenes favoritos de la vegetariana Elena Salgado. La ministra aún no ha olvidado la humillación a la que le sometieron los vinateros cuando pretendió suprimir el privilegio de hecho con el que cuenta el vino en Europa, al ser considerado un alimento y dotar de una fiscalidad baja. Entonces, ZP le desautorizó en su locura, que ponia a todo un colectivo a los pies de los caballos. EL proyecto de ley del vino, parejo al del tabaco, podría haber destrozado el sector vinícola español, el más importante del mundo, pero eso no pareció importarle demasiado a doña Elena.  

Hidrocarburos. También la presión fiscal en España es ligeramente inferior a la de la UE. Así, de cada euro que se paga por la gasolina en Europa el fisco se lleva 64 céntimos, frente a los 55 que se lleva el Estado español. Al revés en gasóleos, donde el fisco español se lleva 50 y la media europea anda por los 56 céntimos de euro. No obstante, en la semisuma resulta que los españoles pagamos algo menos de donde viene la tentación de gravar aún más los hidrocarburos.  Problema: el 80% del transporte de mercancías en España se realiza por carretera.

No importa, la prioridad de Zapatero no es crear empleo -salarios- sino ganar votos con subsidios y, para pagar subsidios, necesita más dinero, necesita subir los impuestos.

Todas estas medidas están preparadas para el verano, cuando se haya aplicado la subida del IVA (2%). Pero hay un problema: un personaje con tan buen olfato político como Zapatero teme la incipiente rebelión fiscal de las clases medias. Lo de menos es lo que diga Esperanza Aguirre, lo relevante es que se ha creado un banderín de enganche que ha encontrado en afiliados, en profesionales, autónomos y micropymes, aquellos que más sufren la desastrosa política del Gobierno y que, encima, deben anticipar IVA e impuesto de sociedades.

Pero lo que está claro es que el Gobierno ZP no piensa ofrecer compensación alguna al contribuyente. A pagar y a callar. Si la protesta sube de tono, habrá que aplazar las subidas, pero el copago farmacéutico y la subida de la fiscalidad de los hidrocarburos es una decisión ya tomada. Sólo queda por decidir el cuánto y, sobre todo, el cuándo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com