Fernández Toxo, el nuevo secretario general de CCOO, amenaza con una huelga general, igualito que el nuevo secretario general de Izquierda Unida, pero lo cierto es que no habrá tal huelga. Ni de broma, ni de lejos.

La afiliación sindical en España es muy baja, y los sindicatos viven, preferentemente, del Tesoro Público y del reconocimiento público del Gobierno, que les convierte en interlocutores privilegiados y únicos -hablo de las dos grandes centrales- y se olvida de todos los demás.

Naturalmente, son sindicatos de clase, es decir, que han nacido ligados a dos fuerzas políticas, o al revés, como en el caso del UGT y el PSOE.

A día de hoy, la UGT es el sindicato del PSOE mientras Comisiones Obreras es el sindicato del antiguo Partido Comunista. Desde Nicolás Redondo, apoyado por el hoy socialista -cosas veredes, Sancho- Antonio Gutiérrez, la UGT ha convocado huelgas generales -y particulares- contra la derecha, no contra el PSOE. Cándido Méndez grita que ZP es el mejor, aun cuando ZP nos lleve a la ruina -está en ello.

Así que Toxo no tenía otro remedio que amenazar con la huelga general, porque sus bases sí están dispuestas a convocarla, pero él sabe que, de entrada, no tenía el apoyo de la UGT y, de salida, la sociedad se está alejando de los sindicatos. Toxo es el espíritu de una época, el hombre de izquierdas, defensor de los trabajadores, que se sobrevive en una época en la que la izquierda ya no lucha por la justicia social sino por la política de género, una mariconada de mucho cuidado.

Si los sindicatos aún constituyeran la defensa de los trabajadores, y no de los trabajadores de la gran empresa, estarían luchando contra la externalización, que supone le verdadero fin de la lucha obrera: más ventajas para los grandes patronos y más competencia entre los asalariados, más horas de trabajo y menos salario, más oligocracia y menos propiedad individual. Los sindicatos de clase no han sabido ganarse a los profesionales y autónomos y éstos, los pequeños propietarios, que son el futuro, les han vuelto la espalda.

¿Huelga general? ¿A que no?

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com