El pasado mes de noviembre, la Asociación de Padres Separados de Mallorca solicita un local para reuniones al Casal del Ayuntamiento. En noviembre se les concede y se les entrega un juego de llaves para que se reúnan los viernes por la noche. Además, se les entrega otra llave para la utilización de un pequeño despacho que utilizan desde entonces.
Todo iba normal hasta que solicitaron el salón para una conferencia sobre el síndrome de alineación parental. Entonces las feministas saltaron y acusaron al Gobierno balear de estar apoyando a maltratadores, etc. El conseller de Sanidad se asustó y dio marcha atrás señalando a la prensa que había dado orden inmediata para echarles del Casal.
El vicepresidente de la asociación, Jorge Skibinsky, considera que se ha vulnerado el derecho a la libertad de expresión. Creemos que sí tenemos que iniciar acciones legales, concluye a Hispanidad. Y es que la APS existe, la Asociación de Padres Separados está legalmente constituida y las administraciones públicas no pueden discriminar por razones ideológicas.
