De todos los líderes israelíes Netanyahu siempre me ha parecido el más peligroso, el más burdo. Uno de esos tipos capaces de dilapidar en días la razón que a otros les ha costado años demostrar.

El enemigo de Israel ahora mismo no es ni Hamas ni Hezbolá: es Irán. Es cierto que los judíos -y es lógico- no se fían de Barack Obama frente a los majaderos ayatolás nucleares de Teherán, porque ven en él al pacifista que siempre amaga pero nunca golpea pero que, además, y esto es lo peor, se conforma con evitar la guerra en lugar de construir la paz. Construir la paz en Irán consiste en apoyar a la oposición a Ahmanideyad y preparar el relevo en Irán, no con una invasión, sino con la fuerza de la palabra, desde dentro del país.

Por eso, Israel, que siempre vive en el umbral de la supervivencia, se prepara para destruir las armas nucleares iraníes en solitario. Ese es un objetivo justo de autodefensa. Lo de construir casas en Jerusalén Este es una estupidez. Jerusalén está llamada a disponer de un estatus internacional, capital de judíos, musulmanes y cristianos.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com