• "Tiene activos y pasivos, pero sus pasivos son demasiado turbios".
  • El dirigente madrileño se sentía vencido por Esperanza Aguirre pero no por su sucesor: "no tiene el plus de haber sido elegido por el pueblo".
  • Gómez alude a los rumores de corrupción sobre el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, sobre los cuales no se ha demostrado nunca nada ni ha habido ningún sumario judicial.
  • El líder socialista asegura que el PSM estaría preparado para la eventualidad de unas elecciones.
  • En su opinión, el PP está gestionando muy mal la sucesión de Aguirre.
  • El PP no quiere guerras civiles, Cospedal ha dado el visto bueno a Ignacio González como sucesor de Esperanza Aguirre.

Hace tan sólo dos días que dimitió Esperanza Aguirre y aún no se han disipado del todo las dudas sobre su sucesión. Aunque la ex presidenta de la Comunidad de Madrid  postuló para el cargo a Ignacio González, con un elogioso y florido testamento político -"es la persona con más experiencia y mejor dotada para el cargo de presidente"- el partido aún no ha decidido oficialmente quién le sustituirá, aunque ya está todo hecho. Esta misma mañana, María Dolores de Cospedal manifestaba que cuenta con todo su apoyo para suceder a Esperanza Aguirre como presidenta de la región, pero no así para suceder a Aguirre al frente del partido, porque Esperanza sigue de momento. 

El secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez (en la imagen), presente en los desayunos del Foro de la Nueva Sociedad, ha declarado en exclusiva a Hispanidad que el Partido Popular está gestionando mal la sucesión de Aguirre. "Es un error lo que están haciendo. Un presidente tiene que ser elegido por el pueblo, eso es un plus. Y en el caso de Ignacio González  tiene activos y pasivos, pero sus pasivos son muy turbios". Y ha añadido: "No tiene precisamente una imagen inmaculada". Gómez afirma que el PSOE está perfectamente dispuesto a presentar batalla al PP tanto ante la eventual convocatoria de unas elecciones anticipadas como si optan a  recurrir a los mecanismos estatutarios (votación de la Cámara para elegir al sucesor de Aguirre).

Unas elecciones podrían haber significado una segunda oportunidad para Gómez que sabe que Esperanza Aguirre tenía un carisma difícilmente superable por ningún otro sucesor del PP.  Es cierto que sobre Ignacio González y sus actuaciones circulan todo tipo de rumores, pero nunca se ha podido demostrar nada. No hay ningún sumario judicial abierto sobre él y sus actuaciones calificadas como turbias.

Un día después de la dimisión de Aguirre, el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, señalaba que todavía no se había designado sucesor de Esperanza Aguirre al frente del Gobierno de la Comunidad de Madrid, puesto que el candidato, que habría de ser votado en la Asamblea de la Comunidad, tendría que ser designado por el partido de Madrid y la dirección nacional. González, un hombre de Aguirre, tiene el apoyo de Madrid, pero su condición de pupilo de la ex presidenta no lo convierte precisamente en un hombre bien visto por Rajoy.

Esperanza Aguirre, junto con Álvarez Cascos, son los únicos que le plantaron cara. Parece ser, a juzgar por las declaraciones de Cospedal, que Rajoy no quiere guerras civiles en el partido ni está dispuesto a arriesgarse a la convocatoria de unas elecciones.

Sara Olivo
sara@hispanidad.com