Todos los días de mi vida es una historia muy romántica que cuenta con  un aliciente: está inspirada en hechos reales.

Page y Leo son un joven y feliz matrimonio que viven en Chicago desarrollando sus carreras de artistas: ella es escultora y él productor musical. Durante una nevada nocturna sufren un accidente de tráfico del que Leo sale ileso mientras que Page sufre un traumatismo craneal que borra parte de su memoria: más en concreto los últimos cinco años donde conoció y se enamoró de su marido. A partir de ese momento, Leo tendrá un objetivo en la vida; reconquistar a su alma gemela, haciéndola recordar su pasado juntos.



El peligro de narrar una historia de amor es que ésta contenga demasiado almíbar, pues bien, en el arranque de Todos los días de mi vida lo hay a borbotones; pero la química de la pareja protagonista (bien interpretada por Rachel McAdams y Channing Tatum) supera esos primeros minutos realmente empalagosos, y nos hacen disfrutar de un relato donde queda claro la importancia del compromiso y del amor en una relación matrimonial y, por tanto, meternos en la piel del sufrimiento que puede experimentar un enamorado cuando su media naranja no acaba de corresponderle...



Argumentalmente, Todos los días de mi vida recuerda películas anteriores como A propósito de Harry o El diario de Noa, en ésta última casualmente, o quizás no, la actriz Rachel McAdams también interpretaba al amor juvenil de Noa (interpretado por Ryan Gosling)





Para. Románticos/as empedernidas