A medida que pasan, no ya los días, sino las horas, el proyecto de nuevo Estatuto Catalán topa con más adversarios. Las ligeras variaciones de las que hablaba el Gobierno dos semanas atrás, se han convertido el lunes 10, en una revisión a fondo, según los voceros de Moncloa. Y es que la contestación crece en todos los lamentos. Durante la mañana del lunes, el proyecto de Pasqual Maragall ha recibido dos reveses de enjundia. Por una parte, los dos sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, a través de sus secretarios generales, José María Fidalgo y Cándido Méndez, respectivamente, afirman que el Estatuto catalán rompe la caja única de la Seguridad Social, el mayor distribuidor de renta entre regiones ricas y pobres con las que cuenta España. La llamada caja única de la Seguridad Social nunca ha estado en discusión durante 30 años de democracia: siempre ha sido potestad del Gobierno central.

Por otra parte, el gobernador del banco de España, Jaime Caruana, afirma que el Estatut rompe el Mercado único. Con ello, se refiere, entre otras cosas, al hecho de que la Generalitat pretende controlar las cajas de ahorros e incluso el texto resulta equívoco en este punto- los bancos con sede en Cataluña.