Con TIERRA DE ABUNDANCIA, el director alemán Win Wenders vuelve los ojos, como en sus primeras películas, a la América contemporánea. Wenders realiza el retrato de los Estados Unidos a partir de dos perspectivas opuestas: a través de un veterano de Vietnam, obsesivo y exageradamente  patriota, que no confía en nadie;  y desde el punto de vista de su sobrina, una joven religiosa que vuelve a su país con el objetivo de ayudar a sus semejantes. Ésta mira la  vida con esperanza (aunque pueda arrastrarla), mientras que el primero sólo ve enemigos a su alrededor.

Película de contenido muy humano,  con acertados toques de humor, en Tierra de abundancia el gran maestro Wenders lanza un mensaje inequívoc siempre es más libre el que se entrega a los demás, el que no teme, que el que apuesta por la soledad como resultado de su desconfianza. Una película que merece la pena.