Ocurrió cuando Guillermo Luca de Tena presidía el ABC y Luis María Ansón lo dirigía. Ansón, como buen director, pretendía mantener la pugna por la audiencia con carísimos regalos, películas, mapas, guías, etc. Argumentaba que así aumentaban las ventas. Luca de tena, como buen editor, estaba pendiente de los gastos, y contra-argumentaba que si colocáramos un billete de 1.000 pesetas en cada diario las ventas se dispararían, pero no para leer el ABC.

Lo contaré de otra forma: cuando Tiempo era el semanario más vendido de España comenzó a regalar las mejores películas. Se alcanzaron cifras récord de venta, que no de lectura. De hecho, fue el final de Tiempo y el final de los semanarios, porque resultaba que la gente, delante del quiosquero, cogía la película y dejaba el semanario.

El proceso está llegando a su estación término. Generalmente los estudiosos distinguían entre tirada y difusión. Pero ahora la difusión la venta, de ejemplares, nada dice. En primer lugar porque se regalan tantos ejemplares en colegios, universidades, hospitales y centros públicos que la cifra de ventas poco dicen y la OJD, el mejor registro, tampoco nos dice nada de la lectura. Y siempre se nos olvida la fruslería de que la prensa no se ha hecho para venderse sino para leerse. Y si no se lee no influye. Es imposible medir la influencia de un mensaje, mucho menos de ese rompecabezas de mensajes llamado periódico, pero todos estaremos de acuerdo en que la influencia de la prensa tiende a cero, de la misma forma que sabemos que la influencia de Internet crece. Y esto es bello e instructivo, porque resulta que el periodismo independiente de Internet es menos poderoso pero más influyente que el oligopolio informativo que en España forman Prisa, Planeta, Vocento, Mediapro, Unedisa y Godó.

Al final, los grandes multimedia no influyen porque se han olvidado de a quien sirven: al lector. Por ejemplo, se han olvidado de informar.

Pero al poder político, a Rodríguez Zapatero, y al poder económico, no el interesa la influencia sino el poder. Por eso se encuentra mucho más cómodo. Por eso va a perseguir a los medios independientes de Internet y al periodismo ciudadano, con la excusa de la propiedad intelectual. A ver si nos entendemos: nadie duda de que la productora de una película o de una canción tiene derecho a recibir un dinero por su trabajo, pero aquí estamos hablando de otra cosa: aquí hablamos de buscar una excusa para cerrar cualquier página no amable con el poder.

Que no nos engañen; no se trata de proteger la propiedad intelectual de cineastas y compositores sino de reducir al silencio a los políticamente incorrectos. No son las SGAE las principales beneficiarias de la ley, sino los señores de la prensa. En cuanto a emisiones de películas y vídeos, el oligopolio paga a las SGAE y se cabrea con ellas, pero, a cambio, lo que pretende es que todas las noticias y toda la información que circula por la red se canalice a través de su propio embudo. Ya han empezado la lucha política y judicial contra los clipineros, ahora tratan de cerrar cualquier página WEB que haya utilizado cualquier dato o información salida de sus pantallas micrófonos o páginas de papel. Pretenden, en definitiva, monopolizar la información por Internet, De esta forma, le ofrecerán al poder la domesticación de la indomesticable WWW. Y eso que son ellos, los medios tradicionales, los que impunemente copian al periodismo independiente de la red sin citarles en ningún momento. En Hispanidad, por ejemplo, pero no el único ejemplo, estamos hasta el gorro de que Expansión, El País, El Mundo, etc, nos roben informaciones modificando algún matiz. 

En definitiva, la ley de Economía sostenible y la persecución de las descargas ilegales no es más que una anécdota para liquidar al periodismo independiente al tiempo que para precarizar el empleo del periodista. De entrada les advierto que no lo conseguirán.

Al mismo tiempo, la ley audiovisual, segundo ataque contra la libertad de expresión del Gobierno Zapatero, crea una comisión de censores que aplicarán la ideología de género al oligopolio televisivo, no vaya a ser que, a pesar de su alianza con el Gobierno, se desmande. Cualquiera que a la ideología de género impuesta por el lobby feminista y el lobby rosa, servirá de excusa para amordazar a un medio. Con la famosa Comisión, (CEMA) cualquiera que defienda la vida o la familia natural, por ejemplo, entra en terreno pantanoso: No triunfará en televisión.

Lo que está en juego es la libertad de prensa y aun la libertad de expresión. Así de claro. Los enemigos son ejecutivos como el de Zapatero, liberticidas, y oligopolios como el de los señores de la prensa. El peligro es real y grave la solución está en Internet, en tumbar a la clase política española (me temo que el PP en el poder aceptará toda la normativa zapatista) y diluir el oligopolio. La solución, naturalmente, Internet, el último paraíso de libertad que nos queda. Pero es un paraíso amplio, donde cabemos todos.

Hablamos de la batalla por la libertad de prensa. Yo creo que la vamos a ganar, porque el hombre es libre ya al final, la influencia siempre vence al poder.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com