La ruptura entre el director de El Mundo y el Gobierno socialista es total. Quedan lejos los días en que Pedro J. era el periodista más recibido en Moncloa y en los que Zapatero decía que había que matarle a besos. Las informaciones sobre el 11-M y, en especial la última del jueves 21 en las que el diario acusa al ministerio de Interior de destruir pruebas que demostrarían la conexión de ETA con el 11-M ha establecido un punto de no retorno. Ruptura total entre el influyente Rubalcaba y El Mundo. Rubalcaba habla incluso de presentar una querella contra El Mundo, cosa que resulta difícil de creer en un experto mediático como es el responsable de Interior. Rubalcaba sabe que la querella de un gobierno contra un medio de comunicación no hace más que fomentar las simpatías hacia ese medio. Es mucho más sencillo filtrar las informaciones a los medios amigos. En especial, al medio más amigo de Rubalcaba, El País.

Por otra parte, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) sí cree que ETA tiene que ver contra el 11-M. Conclusión: está pensando en querellarse contra el ministro del Interior. Es lo que se llama judicialización de la vida pública.