La compañía Disney vuelve a sus orígenes con Tiana y el sapo. O lo que es lo mismo: un cuento de hadas realizado en animación  tradicional (en dos dimensiones).

Dirigida a las más pequeñas de la casa (su argumento de princesas sigue la estela de relatos clásicos como Cenicienta o La bella durmiente), Tiana y el sapo está inspirado en el cuento de los hermanos Grimm El príncipe rana pero con ciertas variaciones que añaden más humor a la narración La acción se desarrolla a comienzos de los años 20 en Nueva Orleans. Tiana, una joven y bella camarera que sueña con tener su propio negocio de restauración, conoce a un sapo que le asegura  que es un príncipe encantado y que un beso romperá el hechizo El filme se ha empapado de las costumbres de esa ciudad y por ello incluye una desgraciada característica: la utilización del vudú y de la magia negra

Ron Clements y John Musker, dos veteranos directores de la etapa clásica de Disney (son los responsables de éxitos como Aladdin, La sirenita o El planeta del tesoro) han jugado con los elementos propios de los cuentos de hadas trasladados a la pantalla grande por Disney: una buena animación, algo de música y mucho humor, propiciado fundamentalmente por un divertido cocodrilo (de fantástico tamaño) que pierde sus huesitos por tocar en una banda de jazz Los malvados, en esta ocasión, son un mago y el ayudante del príncipe encantado que, como suele ser habitual en estos relatos, pretenden conseguir fama y fortuna.

Tiana y el sapo resulta una agradable película que cuenta, formalmente, con una animación excelente y  en la que, como en las últimas películas de Disney dirigidas a niñas, todo resulta políticamente correcto para agradar al sexo femenino: es decir, Tiana es la inteligente, la trabajadora y la emprendedora; para entendernos: la que tira de todos los demás siempre que sean hombres o animales del sexo masculino

Pregunta: ¿A dónde nos llevará el que intenten -desde niñas- vendernos a las mujeres que somos casi  perfectas?

Para: Niñas a las que les  gusten los cuentos de princesas