Sr. Director:
En estos últimos tiempos los cristianos en diferentes países, están siendo víctimas de una dramática situación, terribles persecuciones, que se ensaña con los cristianos que sufren la violación de sus derechos más fundamentales, como es el derecho a la vida.

 

A la semana de la conclusión del Sínodo para Oriente Medio, se ha producido en el corazón de Bagdad un brutal atentado, cometido por fanáticos islamistas en el que han muerto al menos 52 personas y 67 heridas graves, mientras asistían a Misa.

Por desgracia la historia se repite en otros países musulmanes, rara es la semana en que no muere un puñado de cristianos por el solo hecho de ser cristianos. ¿Se imaginan la que armarían la prensa y los gobiernos si los asesinados fueran actores, políticos o periodistas?

El embajador de España en el Vaticano, Francisco Vázquez, en unas declaraciones que le he oído en la radio, ha dicho: ese ataque es reflejo de algo de lo que en España no se habla suficientemente, que es la falta de reciprocidad en el tratamiento que en una Europa democrática reciben todas la minorías religiosas y la falta de libertad religiosa que existe en otros países con respecto a quienes no practican la religión oficial o mayoritaria de esos países.

Esta mañana tras el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro el Papa ha dicho: se trata, de una violencia absurda y feroz contra personas indefensas, que hay que denunciar alto y claro, comenzando por nuestra sociedad occidental que, en ocasiones, parece mirar hacia otro lado, como si la matanza sistemática de cristianos en el mundo no fuera con ella. La paz, que es don de Dios, también es el resultado de los esfuerzos de los hombres de buena voluntad, de las instituciones nacionales e internacionales y en particular de los Estados que están directamente implicados en la búsqueda de la solución de los conflictos.

Occidente no puede seguir hablando de las libertades sino se compromete seriamente en la defensa de la libertad religiosa.

Rita Villena