Somos humanos y, con frecuencia, cuando vamos al cine confundimos actor con personaje. Para entendernos más claro, Gerard Jugnot no es, en la vida real, el encantador profesor Clement Mathieu de Los chicos del coro. Simplemente podría ser calificado como un eficiente actor y un mediocre director.

Por eso, su comedia Tenemos un problema gordo resulta un remake desafortunado y grosero del vodevil de René Fauchois. Nada que ver con la adaptación llevada a cabo, en el año 1932, por Jean Renoir con el título de Boudu, salvado de las aguas.

Para los que no hayan visto la película clásica les doy algunos datos del simpático argumento. Un vagabundo se arroja al río y es salvado por un librero (en la película de Jugnot, por un marchante de arte). Este, para intentar devolverle al suicida las ganas de vivir, le instala en su casa con todas las comodidades posibles. El vagabundo, a pesar de ser un auténtico bruto y realizar todo tipo de tropelías, se mete en el bolsillo a toda la familia…

Si en la elegante versión de Renoir llegabas a convencerte de la teoría del "buen salvaje", en la de Jugnot, llena de secuencias procaces y groseras, resulta increíble el atractivo que presumiblemente posee el "acogido", interpretado por Gerard Depardieu

Lo dicho anteriormente, atención a Gerard Jugnot como director, no le concedan más crédito que el que realmente merece.

Para: Los que quieran corroborar que el cine francés está tan perdido como el español…