La principal compañía española tiene muy enfadados a sus proveedores. La táctica consiste en dilatar los pagos a costa de no visar facturas en largos periodos de tiempo. Uno siempre puede ir a los tribunales pero no es seguro que le vayan a dar la razón, y resulta bastante más probable que tenga problemas con Telefónica.

Retrasar el visado de facturas es un truco que no agrada a los jueces, en cuanto pueden entenderse como una perversión de la ley; pero es una táctica bastante habitual, que adultera las medidas tomadas por el anterior Gobierno para acelerar los pagos a proveedores.