A lo mejor es la herencia ancestral del antiguo monopolio, cuando era la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), pero lo cierto es que el mayor problema de Alierta sigue siendo comercial. La primera empresa de España no sabe lo que vende, al menos si hemos de hacer caso a sus empleados.

Ejemplo : la publicidad oferta dúo, es decir, pagar la línea ADSL por menos de 40 euros y recibir a cambio todas las llamadas, tanto locales como nacionales, gratuitas. Así, uno podía llamar al 1004 y le decían que sólo era para nueva líneas, no para viejos clientes. Otro teleoperador, perfectamente identificado, como mandan los cánones, advertía que si era un veterano, tenía que solicitar el servicio ¡por Internet!, mientras los nuevos podían hacerlo por teléfono. Un tercer comercial asegura que la oferta Dúo sólo sirve para la primera línea de un titular, no para la segunda, y un cuarto hace distingos que no hacían los tres anteriores- entre particulares y empresas. Un verdadero caos.

Y algo parecido sucede con el Imagenio, la oferta televisiva que podía competir con la televisión de pago, y que se vende añadida a Dúo, como el triple play. En primer lugar, el servicio deja mucho que desear técnicamente, a pesar de que Telefónica de España quiso celebrar el haber alcanzado el cliente 100.000. En segundo lugar, los comerciales se muestran especialmente obtusos a la hora de señalar qué zonas pueden acceder a Imagenio y cuáles no. En tercer lugar, se vende como la televisión familiar y resulta que emite cine porno.

Alierta ha convertido a Telefónica en una de las grandes de mundo en el sector pero comercialmente es un pequeño desastre.