En terminología McKinsey, la operadora se convertirá en un "agregador" de contenidos. Animan a los multimedia a emitir sus productos por su banda ancha en 25 países y con 200 millones de clientes. Por eso, la operadora no quiere productoras: Luis de Guindos (Lehman Brothers) ya está vendiendo Endemol. La revolución de la banda ancha está pendiente de la decisión de la Comisión Europea y de los reguladores nacionales sobre redes: ¿Adoptarán el sistema norteamericano o el continental?

En Telefónica pueden reconocer cualquier error, pero consideran su mayor acierto la decisión adoptada en 2000. Con el nuevo siglo, se puso de moda que el futuro de la telefonía estaba en el móvil y que el fijo estaba llamado a desaparecer. Nadie podía prever entonces que la telefonía fija se iba a convertir en la base de la banda ancha y por tanto de Internet primero y de la TV después. La telefonía móvil es aún demasiado cara como para dar cabida a la WWW y, además, hoy en día todo el mundo está convencido de que la TV del futuro no será por aire, sino por cable, por banda ancha. Total, que las viejas compañías descubrieron que su red tradicional era un tesoro.

Pues bien, con esa premisa, el equipo que dirige César Alierta ha tomado la decisión de convertirse en una distribuidora de contenidos, renunciando a la producción. Es lo que en lenguaje McKinsey se denominada un "agregador", es decir, que ofrece sus canales a los productores de cine, documentales, series de TV, productos de información y de ficción. Al final, incluso el aparato final ha pasado a un segundo plano. Es decir, lo que menos importa es si el comunicador familiar será un ordenador o un televisor, lo que importa es que las telefónicas se han convertido en el nuevo soporte de la sociedad de las información.

En el caso de la empresa que preside Alierta, lo que se ofrece es distribución de productos audiovisuales en 25 países para 200 millones de clientes. Como ya contara Hispanidad (ver edición del 13 de febrero), Rupert Murdoch y ha acudido a Telefónica para emitir los productos de News Corporation en Iberoamérica. Y Telefónica espera que otros muchos llamen a su puerta, asegurando que "va a haber cola". El esquema Imagenio se va a generalizar.

Tanto es así que la producción ya no interesa, sólo los distribuidores. Esta es la razón por la que el Consejo de Telefónica ha decidido quedarse en Sogecable (agregador) y vender Endemol –productor-. Por cierto, la compañía holandesa se venderá, en principio, antes de fin de año. Un grupo de bancos, liderado por Lehman Brothers, que lidera el ex secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, será el encargado de la colocación.

Ahora bien, todo el proceso depende, como es lógico, de la política de telecomunicaciones que se está fraguando en Europa. La Comisión, así como los reguladores nacionales, deberán decidir si adoptan el sistema norteamericano o el europeo. Este último consiste en las cuotas. Es decir, el operador dominante, aquel que tiene red en propiedad, el mismo que presta el servicio universal (más bien prestaba) están obligados a ceder su red a sus competidores con un techo, o cuota, para que no domine el mercado. Por el contrario, en Estados Unidos, cada cual utiliza su red, y quien pretende ser operador debe invertir en su propia red. En Telefónica consideran que el sistema americano es mejor, mucho mejor, y que el sistema de cuotas no mejora el servicio. Es más, fomenta la no inversión de los nuevos operadores y el elevado precio de la banda ancha.