Sr. Director:

En estas fiestas navideñas nos estamos acostumbrando de forma cada vez más natural a la falsa solidaridad (buenas acciones, telemaratones, etc.), pero hay situaciones sangrantes, como la que el día 15 de este mes de diciembre llevó a cabo la televisión privada Tele 5, en su programa basura de Gran Hermano y la ONG Global Humanitaria. La hipocresía, el cinismo de estos señores llegó al extremo de hacer ver a toda España e Iberoamérica el acto solidario de estas fechas: los concursantes de dicho programa también se lo han creído, van a ser buenos.

El programa junto con la ONG les ofrece -con el fin de obtener su propio beneficio- confeccionar unos muebles necesarios para la construcción de un comedor y el apadrinamiento de 5.000 niños de Perú, niños que trabajan haciendo ladrillos y para sensibilizar a los concursantes y los televidentes pone unas imágenes de estos niños consiguiendo la lágrima fácil de aquellos que lo ven. Mentira no son niños trabajadores, son niños esclavos son más de 400 millones en el mundo. El retrato del niño de comienzos del siglo XXI, es un niño esclavo, sin derechos, sin libertades. La esclavitud infantil es un holocausto de dimensiones planetarias que va en aumento. Es el mayor problema sindical, ya que estos niños representan más del 10% de toda la potencial mano de obra mundial. Trabajan tejiendo alfombras en Pakistán, como sirvientes en Arabia Saudí, en los lavaderos de oro en Perú, en las fábricas de ladrillos en Colombia, en los basureros en Guatemala, de jornaleros en Brasil, quemándose los pulmones en industrias químicas, como soldados reclutados a la fuerza, como camellos en el narcotráfico, explotados en la prostitución en burdeles de medio mundo...

En España hay un millón de niños menores de 16 años trabajando en el calzado, juguetes, agricultura y textil; representan el 10,62% de la población infantil menor de 15 años. España está entre los cinco países del mundo que más turismo sexual practica con menores. Entre 30.000 y 35.000 españoles viajan a Iberoamérica, África o sudeste Asiático con el único objetivo de mantener relaciones sexuales con niños y niñas. Y lo peor de todo, la esclavitud infantil existe porque es un negocio.

Los niños esclavos no son víctimas del atraso cultural de los países empobrecidos, son un instrumento de la guerra comercial internacional. Poderosas empresas multinacionales como Nike, Adidas, Chicco, Mattel,han sido denunciadas por numerosas organizaciones por utilizar a niños, mediante subcontrataciones, para abaratar una mercancía que se vende en otros lugares y que esos menores nunca podrán disfrutar. Los organismos internacionales como la ONU, la OIT, la UNICEF traicionan los principios con los que nacieron.

Los grandes medios de comunicación también son cómplices por su manipulación al informar. Sin olvidar nuestro estilo de vida consumista, que vive con bastante más de lo necesario, directamente sostenido por el trabajo esclavo. Alguien se cree, que si fueran sus propios hijos ¿iban a permitir que siguiesen viviendo en estas condiciones? Alguien se cree que se les dejaría seguir siendo esclavos y les construirían un comedor? ¿Vamos a seguir permitiendo que los medios de comunicación y las ONG sigan ganando dinero y fama a costa de la sangre de estos niños? Hipócritas, eso no es solidaridad; solidaridad es compartir hasta lo necesario para vivir, pero vosotros esto no sabéis lo que es; los niños esclavos y todos los empobrecidos de la tierra sí lo saben.

Rosa Bueno

buenosuarez@hotmail.com