Cría cuervos... y te echarán un órdago: la CNC tendrá que rectificar

 

A veces ocurre que las ramas del árbol se pudren y emponzoñan el árbol entero, o, ateniéndonos al saber popular, que crías cuervos y te sacan los ojos. Este Gobierno tan amigo de crear Ministerios, Secretarías de Estado, Direcciones Generales y Comisiones varias se está encontrando últimamente con un hijo díscolo que le puede dar un disgusto mayor de lo que imaginan.

Se trata del ínclito Luis Berenguer, presidente de la Comisión Nacional de Competencia, un organismo que desde su constitución, en septiembre de 2007, no ha hecho más que perturbar el ambiente económico y empresarial con decisiones arbitrarias y multas fantasmas que luego son anuladas por organismos de verdad -recuerden que en febrero el Supremo echó por tierra un multazo a las eléctricas, el mayor impuesto por la CNC, que ha quedado en nada-.

Ahora Berenguer se trae entre manos uno de los asuntos más jugosos de los últimos tiempos, política y mediáticamente: la compra de Cuatro por parte de Telecinco y la entrada en el capital de Digital de la propia Telecinco y de Telefónica. Una operación que sanearía las maltrechas cuentas de PRISA y cuyo éxito dejaría muy tranquilo al Gobierno.

Berenguer sabe que se va, que se va muy pronto. Quizá sería lo lógico traspasar este espinoso asunto al posible sucesor, pero por supuesto él no va a dejar pasar esta ocasión de retorcerle el brazo al Ejecutivo. Un organismo aparentemente inocuo, sin otro cometido que el de velar por el buen funcionamiento del tejido empresarial y evitar que las grandes compañías se hagan la puñeta más de la cuenta unas a otras, tiene de pronto en sus manos la posibilidad de poner al borde de la suspensión de pagos al grupo de comunicación más relevante e influyente de España. Ahí es nada.

Una oportunidad de oro que, desde luego, Berenguer no va a desaprovechar. En la convulsa semana que acaba, la CNC ha sido el escenario de encuentros a altísimo nivel en los que las partes interesadas trasladaron al Consejo de la Comisión las razones por las que la  operación a tres bandas sería positiva para la industria audiovisual española. Berenguer y sus consejeros parecían escuchar con atención, e incluso el último de esos encuentros terminó  el pasado miércoles por la noche en algo parecido a un de acuerdo, nos habéis  convencido. No habían pasado ni cuatro horas de eso cuando, en una cena con directivos de un importante grupo editorial, Luis Berenguer, en privado pero sin pudor, reconocía sus nada profesionales intenciones. En un absurdo a ver quién puede más, el presidente de la CNC afirmó sin reparo que la operación no va a salir y que, mira por dónde, en una sola carambola va a abofetear las mejillas de Cebrián y del Gobierno.

Dicho y hecho. Al día siguiente la CNC se despachaba con un documento de 21 folios de 95 condiciones detalladas, expeditivas e incumplibles, sine qua non para autorizar la operación. Habrá que estar atentos al desenlace, que puede acabar en la quiebra económica del Grupo PRISA, con todo lo que ello conllevaría. Y estaremos atentos también al nombramiento del sucesor de Berenguer... con toda certeza, alguien menos amigo de crear problemas.

Aunque, como predice el director de Hispanidad, en esta misma edición, no se apuren: Berenguer rectificará y la fusión será una realidad. Y la de A3 TV-La Sexta, pues también.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com