• Los argumentos son claros: la actividad supone competencia desleal y sus conductores carecen de autorización.
  • Da la razón a la Asociación Madrileña del Taxi, que había pedido medidas cautelares previas a su demanda contra Uber.
  • La empresa aprovecha un 'limbo legal' para actuar y está domiciliada en el paraíso fiscal estadounidense de Delaware.
  • El juez pide la paralización de cualquier aplicación informática para prestar el servicio y pide la colaboración de las 'telecos'.

El sector del taxi, que ha sufrido con asombro la irrupción del sistema Uber -una empresa 'pirata' para el gremio de taxistas por no cumplir ninguno de los requisitos que les exigen a ellos-, celebra hoy su final. Para ejercer esa profesión de taxista se necesita una licencia que otorga el ayuntamiento, hay que pagar unas tasas, un seguro, etc. y el vehículo debe cumplir una serie de requisitos. Nada de eso ocurre con Uber. Por esas razones, los taxistas, nada contentos con la situación, se movilizaron en las grandes ciudades antes del verano, y no han callado desde entonces. Hoy martes, un juez lo ha tenido claro y ha ordenado a la empresa Uber que deje de funcionar en toda España. Ha ocurrido lo mismo en otros países como Holanda.

Los taxistas habían pedido ya medidas cautelares, a través de la Asociación Madrileña del Taxi, antes de interponer una demanda, y el juez de lo Mercantil número 2 de Madrid, en concreto, les ha dado la razón. De un plumazo, ha detenido la actividad de Uber y le ha prohibido operar como hasta ahora, poniendo en contacto vía 'online' a los usuarios con sus conductores para los desplazamientos. Sólo en Madrid, Uber tiene ya unos 25 expedientes sancionadores abiertos porque su actividad que no se ajusta a la normativa en materia de transporte de pasajeros.

El juez ha 'encendido' la luz verde de los taxis y ha 'apagado' el limbo legal del que se aprovechaba Uber con dos argumentos muy claros: la actividad de Uber supone competencia desleal y los conductores contratados carecen de autorización administrativa alguna para esa labor.

Una nota de color: el juez ha tomado la decisión sin escuchar a la empresa afectada. Es un modo como otro cualquiera de considerar el daño que la Uber estaba haciendo a los taxistas. La empresa de marras está domiciliada, para colmo, en el paraíso fiscal estadounidense de Delaware.

En lo más concreto de lo concreto, el juez ha comunicado a las 'telecos' y a las empresas de pago electrónico para que prohíban las transacciones y alojamiento a la empresa Uber, así como la prohibición de cualquier aplicación ('app') informática para prestar el servicio de transporte de viajeros indicado en España.

Uber, de momento, se ha acabado en España.

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com