Javier Tallada quiere hacerse con Ercros, y ya de paso con Aragonesas y La Seda, que a fin de cuentas ese es el proyecto de la Generalitat catalana, deseosa de buscar una salida a un conjunto de empresa en permanente estado de crisis. Calcula que con una inversión de 40 millones de euros se puede hacer con la empresa catalana y con el conjunto del grupo.

A ello podría ayudarle la indemnización recibida a su salida de Ebro Puleva (además de lo que obtuviera por sus acciones de la empresa alimentaria). Según recoge la memoria de Ebro Puleva correspondiente al ejercicio 2004, Tallada (único consejero que abandonó el grupo con indemnización) habría cobrado 2,657 millones de euros en concepto de indemnización, devengados por extinción de la relación contractual.