Sr. Director:
Se me ocurre que existe un cierto paralelismo entre el tratamiento del Gobierno a la Dolorosa de Ávalos y el del gobierno talibán a los Budas de Bamiyan. Puede leerse en Wikipedia:

En 2001, después de sobrevivir casi intactas durante 1.500 años, el gobierno islamista talibán criticó a la Unesco y las ONGs del extranjero por asignar recursos para la renovación de estas estatuas, cuando existen muchos problemas urgentes en Afganistán, y decretó que estas estatuas eran ídolos, y por tanto contrarias al Corán, y fueron destruidas con dinamita y disparos desde tanques. En marzo de 2001 los dos Budas más grandes fueron demolidos, después de pocos meses de intensos bombardeos.

Durante la destrucción, el Ministro de Información talibán, Qudratullah Jamal, se lamentó así: este trabajo de destrucción no es fácil como la gente quiere pensar. Tú no puedes bombardear así como así las estatuas, puesto que ambas fueron talladas en un acantilado, están firmemente pegados a la montaña.
Aunque las figuras de los dos Budas grandes fueron completamente destruidas, con su consecuente daño al patrimonio cultural de la Humanidad, sus contornos y algunas características son reconocibles dentro de sus hoyos. Es también posible para los visitantes la exploración de las cuevas de los monjes y los pasadizos que conectan con ellas. Como parte del esfuerzo internacional en reconstruir Afganistán después de la guerra con los talibán, el Gobierno japonés ha encomendado sólo la reconstrucción de los dos Budas más grandes.

Se aprecia un gran paralelismo entre los actos iconoclastas de este Gobierno y los del gobierno talibán Afgano.

Alberto Martín