Sr. Director:
Ante los que se han mostrado ofendidos por que el cardenal de Madrid hablara de "concordia" y de la necesidad de evitar la posibilidad de discordia, cabe decir que si es verdad que todos estamos por la concordia, empecemos por evitar todo lo que significa discordia.

Pero esto no se ve con los silencios cómplices que algunas fuerzas políticas observan ante el deterioro social que crece al socaire de una crisis que también se trató de ocultar, como hoy se tratan de ocultar los elementos disgregadores que amenazan nuestra paz social.

Si el avestruz oculta su cabeza bajo tierra es porque sabe que está en peligro, pero de nada le sirve, claro. Ojalá llegue el tiempo en que nadie en España tenga que recordar que aquí vivimos -y morimos- una cruenta guerra fratricida porque ya nos habremos perdonado todos por encima de ideologías… y de tics anticlericales.

José Morales Martín