El mejor análisis sobre el asunto del mes, la reforma de las pensiones en España, no lo ha hecho ningún especialista económico sino Alfa y Omega, un semanario religioso del Obispado de Madrid, que se vende junto al diario ABC.

Sin duda el más profundo porque está claro que si hay que reducir las pensiones es porque no tenemos hijos. Titula el autor: Sin familia no hay pensiones y añade: La crisis del sistema de pensiones es la crisis de nuestro modelo de vida. ¡Bingo! (pág. 3), (pág 4.), (pág. 5).

Sin familia no hay pensiones, desde luego, sobre todo porque ni hay hijos ni ganas de complicarse la vida con su crianza. Como recuerdan, según el último informe del INE (¡Indicadores demográficos básicos!), en España continúa cayendo la natalidad, a pesar de los inmigrantes, disminuyen los matrimonios (sin compromiso no suele haber progenie) y la pirámide demográfica se despeña. Un país sin pulso, sin vitalidad, que no se proyecta hacia el futuro, o sea, que no procrea, está condenado a tener una población envejecida que es lo que lleva a la quiebra de la Seguridad Social.

Por tanto, si desde un punto de vista económico, para mejorar las cuentas del Estado del Bienestar, lo que hay que hacer es instaurar el salario maternal, pagar a las parejas que aporten futuros contribuyentes. Esa sí es una subvención justa.

El otro problema viene unido. Son los bajos salarios que se cobran en España, Especialmente los jóvenes, y que han llevado a un modelo marcado por la desgraciada frase: dos salarios, ningún hijo. Está claro que hay que subir los sueldos. Porque con este modelo de vida tan poco modélico, tan injusto, seguiremos siendo un país camino de la consunción.

Eulogio López

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