Las razones aducidas son el aumento del déficit fiscal y de la emisión de deuda. Y esto tras el desastre griego: todo el arco Mediterráneo, los despreciados PIGS, está amenazado por unas agencias de riesgo que mantienen su poder a pesar de su total desprestigio y de su impronta anglosajona

A mediodía del miércoles 9 de diciembre la agencia Standard & Poors (S&P) le daba a España la bofetada menos esperada: la deuda del Reino de España mantiene su calificación AA pero la perspectiva pasa de estable a negativa. El analista de la agencia, Trevor Cullinan, lo explicaba así: El cambio en la perspectiva se debe a las expectativas de un crecimiento del PIB significativamente más bajo y a la persistencia de déficit fiscales elevados a medio plazo, a falta de esfuerzos de consolidación fiscal más agresivos y políticas más fuertes enfocadas a la mejoría de las perspectivas a medio plazo.

En el momento de conocerse el varapalo la Bolsa subía ligeramente. De inmediato, se dio la vuelta y el IBEX 35 se desplomaba por debajo del 2%.

Como recordamos en esta misma edición, el bono griego ha puesto en solfa a todo el arco mediterráneo, a quien despectivamente, el mundo financiero anglosajón, capitaneado por Financial Times, calificaba como los PIGS, los países cerdos, esto es: Portugal, Italia, Grecia y España, naturalmente, a través de una muy involuntaria ordenación de los caracteres para formar la palabreja.

En efecto, el arco mediterráneo es bastante aficionado a emitir deuda y a mantener elevados déficits fiscales -no así España hasta que llegó la crisis y la desastrosa política económica del Ejecutivo Zapatero- pero lo cierto es que ni Francia ni Alemania fueron castigados cuando sus déficit fiscales ya antes de la crisis, no consiguieron cumplir sus compromisos con la Unión Europea. España, además, no tiene una deuda

A nadie se le oculta que las agencias de Riesgo (la mencionada S&P, Moodys y Fitch) tienen impronta anglosajona y sus juicios suelen ser más bonancibles si se trata de países, bancos o empresas anglosajonas. Recordemos que dos meses atrás Moodys lanzó una andanada contra la banca española al poner de relieve sus estados contables, y el Banco de España, así como Fitch, salió en su defensa. Precisamente la banca española, sin duda la que mejor ha soportado la crisis de todo el continente y, en cualquier caso, mucho mejor que británicos, alemanes o suizos.

Pero eso no es lo importante. Lo importante es que las agencias de riesgo fracasaron estrepitosamente: no dijeron ni una palabra que pudiera prever la crisis financiera y el riesgo sistémico.

En cualquier caso, las tres agencias de riesgo continúan exhibiendo la misma prepotencia que antes de su total desprestigio. Ocurre algo parecido a las emisiones de radio y TV de EGM y Sofres: nadie se las cree pero hay que aguantar su tiranía porque no hay otra cosa.

Rebajar o cambiar de perspectiva la deuda española significa que el Estado tendrá que gastar más dinero para obtener dinero. Precisamente en un momento en que el PIB no ayuda y que nos hemos convertido en los campeones del desempleo en Europa.

A nivel global, lo de Grecia o lo de España significa algo mucho más grave: significa que la bancarrota está pasando de bancos y empresas a Estados Soberanos. Y eso resulta más grave.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com