• El banco director entre los colocadores del 49% de Aeropuertos será el Santander, acompañado por Morgan Stanley, Bank of America y Goldman Sachs.
  • Los bufetes que actuarán como asesores legales son Pérez-Llorca y Mayer Brown.
  • Pero se da la circunstancia de que José Pedro Pérez Llorca ha sido el consejero clave en representación española en IAG, matriz de Iberia.
  • Y todas las flotas de IAG (British, Vueling, Iberia e Iberia Express son claves para los dos aeropuertos más importantes de AENA: Adolfo Suárez y El Prat.
  • En cualquier caso, en Enaire, controlador del proceso, manda el director de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal.
  • Es mucho lo que se juega el Gobierno con la privatización de AENA, sobre todo porque sólo privatiza el 49%.

Sorprendente el comunicado con el que ENAIRE, el nuevo ente público que controla Aeropuertos Españoles (AENA) y la privatización del 49%, un 21% para socios institucionales y el resto al menudeo.

Lo sorprendente es que ENAIRE ha nombrado como asesor legal de la operación al bufete de Pérez-Llorca, cuando el ex ministro de UCD, José Pedro Pérez-Llorca, ha sido el consejero clave en representación española, de IAG, la empresa británica que controla British, Iberia, Iberia Express y Vueling. Y, por cierto, uno de los que más ha luchado por la españolidad de Iberia aunque, a la postre, se ha tenido que rendir a la derrota.

Y ahora es el momento de recordar que los dos aeropuertos más importantes  del gestor aeroportuario AENA son el Adolfo Suárez de Madrid y El Prat de Barcelona, cuyo negocio en buena parte depende de las aerolíneas de IAG.

Ya hemos contado en Hispanidad que el hombre fuerte de ENAIRE es el jefe de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal (en la imagen), eterno aspirante a vicepresidente económico y hombre dispuesto a atar corto a José Manuel Vargas, presidente de la ahora filial AENA. Filial de Enaire, se entiende.

Es mucho lo que se juega el Gobierno Rajoy en la privatización del 49% de AENA, precisamente porque no privatiza la mayoría del capital, que quedará en manos del Estado. Y a los fondos les gusta más una participación mayoritaria privada. A lo mejor podían haber elegido otro bufete.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com