El ministro de Industria, José Manuel Soria (en la imagen), ha estado listo al descubrir la las vergüenzas de la multinacional del aluminio Alcoa sobre la primera subasta eléctrica de interrumpibilidad. Vamos, que se deje de historias, es lo que le vino a decir, y que si quiere cerrar las plantas de Avilés y La Coruña y mantener la de Lugo, está en su derecho, pero que lo diga. Soria se mosqueó porque Alcoa se excusaba en los precios energéticos para justificar un ERE en dos de sus tres planteas. Este lunes ha acudido a la segunda subasta de interrumpibilidad entre grandes consumidores, aunque no se sabrán sus resultados hasta el viernes, pero se niega a retirar el expediente de intención. Demasiadas sospechas, en este caso fundadísimas. Mucho morro.

Hispanidad

redaccion@hispanidad.com