Sr. Director:
Al ver las repetidas imágenes del presidente del Gobierno pegado a su sonrisa permanente, se diría que no le preocupan demasiado ni la crisis económica ni el caos político y judicial en que está cayendo España de manera paulatina.

 

Se diría que Rodríguez Zapatero guarda celosamente una varita mágica para resolver los problemas en el momento que considere más adecuado. Pero no puede olvidarse que ha sido el propio Zapatero, con su forma de gobernar, el que ha provocado esta situación de confusión y crispación, con leyes como la de Memoria Histórica, aborto, etc. y sus apoyos temerarios al nacionalismo para sacar adelante sus proyectos ideológicos o para mantenerse en el poder.

¿Volvemos a estar ante uno de estos últimos casos?

Jesús D Mez Madrid