Sr. Director:

No deja de ser sorprendente que, cuando hace poco más de tres meses que los españoles hablaron claro en las urnas, los sindicatos de clase se autoproclamen como el dedo democrático y constitucional que señala los gravísimos problemas que padecemos.

Es verdad que la situación que atraviesa España requiere un Gobierno decidido, coherente y abierto al diálogo social, pero al mismo tiempo, lo que vimos y oímos el domingo día 11 corrobora que necesitamos también un Gobierno que permanezca firme ante el chantaje, las amenazas y la estrategia del conflicto permanente trasladado a la calle, que desgraciadamente están practicando quienes más han contribuido a la situación que padecemos.

José Morales Martín