Sr. Director:
Hasta la fecha tengo que decir que había notado con agrado que su periódico electrónico no se pronunciara sobre el caso Ryanair.

Había pensado, iluso de mí, que respondía esto a un criterio justo de buen periodismo que busca investigar y no dejarse llevar por las corrientes de otros periodistas que, sin escrúpulos, buscan sólo el efímero aplauso de lo que vende sin interesarse por la verdad. Algo que me sorprendió después de constatar como una periodista colaboradora suya (Miriam Prat) no dejara títere con cabeza en diversos artículos de Iberia, manifestando un desconocimiento del medio aeronáutico importante.

Me gustaría ahora referirme al artículo que ha publicado Sara Olivo este lunes, 17 de septiembre, sobre el caso Ryanair, e intentar dar un poco de luz sobre ciertas incongruencias y sombras que se dan en ese artículo.

1. El caso de los aterrizajes en Valencia. Se dice que declara David Villamón, secretario de Comunicación de USCA. ¿Qué puedo pensar de la seriedad del artículo cuando el mismísimo David Villamón dice que fueron cuatro may days, cuando en realidad fueron tres (al menos los aterrizajes de Ryanair)? ¿Es que ni siquiera él es capaz de contrastar información? ¿Es que ustedes no podían contrastar esta información? ¿O es que de repente también ha aparecido el may day del Lan Airlines que Fomento negó en su día? Si quiere un informe imparcial sobre aquel día puede leer el análisis que hace aviation herald en el siguiente enlace. Allí verá el recorrido hecho por los aviones, como sus vectorizaciones.

Podrá ver también el combustible que llevaban y sacar sus propias conclusiones. Sería interesante saber a qué hora avisaron los controladores a Bruselas de la posibilidad de cerrar Barajas; como saber también qué tipo de protocolo tiene establecido AENA cuando se cierra un aeropuerto de estas magnitudes. ¿Por qué todos los aviones tienen que desviarse a Valencia y no se diversifica el tráfico aéreo? ¿Es que no había otros aeropuertos como, por ejemplo, Salamanca, Valladolid, Zaragoza, Alicante... a los que diversificar el tráfico para evitar colas innecesarias? Echarle toda la culpa de estas emergencias a la política de Ryanair es no querer aprender de estos fallos (algo que parece tan típicamente español, como diré más adelante).

2. Que Ryanair ejerce una competencia desleal por un abuso de emergencias. No lo creo... y es muy fácil de contrastar. Cada vez que se declara una emergencia en aviación se debe hacer una investigación oficial. Ustedes, como periodistas, podrían contrastar esta información y ver cuántas investigaciones se han hecho al respecto... y si no hay investigaciones es que no ha habido emergencias... Y si por competencia desleal se entiende aquí la trampa de pedir saltarse la cola en el orden de llegada sin declarar emergencia, pues que sepan reconocer por lo menos que ha sido una competencia desleal permitida por los controladores...

3. El problema español: hace muy bien su periodista en señalar que la OACI ya le comentó al gobierno español una serie de fallos muy graves y deficiencias notorias en sus inspecciones e investigaciones. A raíz del accidente de Spanair salieron a la luz diversas deficiencias que deberían haberse corregido, pero que parece que siguen ahí y que casi parece que forman parte de nuestra ideosincrasia. Ustedes como periodistas podrían investigar también por qué Europa y la OACI tienen tan poca fe en la investigación española, por qué parece que somos incapaces de enfatizar en el aprendizaje y la comunicación de los fallos, en vez de tanta multa y penalización que no lleva a ningún lado.

4. Informe de la Comisión Europea / Eurocontrol. ¿No les parece que 47 cuasi colisiones aéreas en el espacio aéreo español son demasiadas? ¿A quién hay que achacar estas cuasi colisiones? ¿Seguirán echándose la pelota entre controladores y gobierno? ¿Aprenderemos de nuestros fallos?

5. Como último punto en el artículo, me refiero a José Luis Prieto porque cuando alguien asegura que una Compañía se "salta las normas", ¿no vale la pena decir qué normas se salta? Es una afirmación que, como diría Aristóteles, por ser universal en materia contingente es de suyo falsa. Nos guste o no, la Compañía Ryanair tiene un limbo fiscal que habrá que definir con ayuda de la Unión Europea. Hace poco la compañía volvió a reiterar que no cumpliría con tres normas (léase derechos) españolas (menores sin DNI, armas de fuego en agentes del orden y equipaje comprado en el aeropuerto). No deberíamos olvidarnos que, una vez que el avión ha cerrado sus puertas, estamos en territorio irlandés. Incluso en el caso de que se haga un solo trayecto doméstico, se realiza a través de Irlanda. Que ellos se acojan a este hilo para negarnos ciertos derechos es algo que España deberá estudiar con la ayuda de Europa para modificar en el futuro.
De todo lo anterior parece que hay una conclusión clara: el problema de la seguridad es sólo una excusa. Se está centrando la campaña en una compañía solamente, obviando toda información sobre accidentes/incidentes de otras compañías; pero no se está intentando hacer luz en los motivos por los que se vulnera (si es que se vulnera) la seguridad, ni mucho menos se está buscando que no se produzcan casos de inseguridad en nuestro país.

¿Por qué nos centramos en los tres may days de Ryanair cuando hubo un cuarto avión que aterrizó prácticamente sin combustible? ¿Queremos aprender de aquel evento o queremos cargarnos una Compañía? A mí al menos me parece que lo que se quiere es echar a Ryanair de España o simplemente ponerle tal multa que quite el déficit de AENA de un plumazo. Ambas posibilidades me hacen temblar.

Una, porque tal y como está la economía del país -donde parece que nuestro único motor es el turismo extranjero- no estamos para prescindir de Ryanair; y la otra porque a base de multas no aprenderemos a incrementar nuestra seguridad aeronáutica y sólo un accidente (de cualquier compañía) nos hará despertar.

Diego Alvarado