La actual directora general del tesoro se convertiría en la primera mujer en acceder al cargo de Gobernador del instituto supervisor. Amiga y compañera de Miguel Sebastián, el asesor monclovita le apoya frente a la candidatura de Julio Segura. El mandato de Caruana vence en junio de 2006 y el PSOE quiere un gobernador a su medida para renovar la cúpula financiera española

Cumple todas las condiciones. En primer lugar, hizo carrera, y una buena carrera, en el Banco de España, al que se incorporó en 1988. Actualmente forma parte del Consejo del Instituto emisor, en su calidad de directora general del Tesoro y Política financiera. Es joven (cumplirá 49 años en enero), y siempre ha trabajado en el sector público. Es amiga de su gran valedor, el asesor monclovita de Economía Miguel Sebastián, empeñado en que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, haga suyos sus nombramientos. Por último, y esta es la circunstancia que más agrada a Rodríguez Zapatero, es mujer, y con ella el presidente del Gobierno conseguiría nombrar a la primera gobernadora del Banco de España en toda su historia, toda una muestra de talante político y de paridad.

Pero el camino hacia el caserón de Cibeles es largo. La candidatura del subgobernador Gonzalo Gil, ha quedado descartada antes de comenzar la carrera. En primer lugar por su edad, pero también porque se le considera un hombre del Banco de España antes que un personaje de querencia socialista.

Pero sí hay otro candidato, más próximo a las tesis de Solbes, sobre todo, del maestro de economistas del PSOE, el ex gobernador, hoy consejero de Emilio Botín, Luis Ángel Rojo. Se trata de Julio Segura, consejero eterno del Banco de España en representación del PSOE, alumno de Rojo, catedrático de la misma disciplina (Teoría Economía, hoy conocida como Fundamentos) de la misma universidad, la Complutense madrileña. Segura es uno de los veteranos del Banco de España, socialdemócrata amante de lucha contra la inflación y la ortodoxia fiscal, aunque sin perder cierta tendencia izquierdista, de izquierda ilustrada, se entiende. Pero, por el momento, la opción de Soledad es la que más gusta en Moncloa. Ante todo, el talante.

En cualquier caso, la obsesión del Gobierno socialista por derrocar a Jaime Caruana resulta ya casi invencible. Por de pronto, en Moncloa, y en concreto Sebastián, no perdona a Caruana su actitud en el asalto de Sacyr Vallehermoso al BBVA. Fue el primero de un montón de desencuentros. Los socialistas ya tomaron al asalto la Comisión Nacional del Mercado de Valores, donde sebastianos y solbenses llegaron a un equilibrio, con el nombramiento de Manuel Conthe y Carlos Arenillas, cada uno perteneciente a uno de los dos grupos. Ahora se plantea la misma cuestión entre Soledad Núñez y Julio Segura. Y el asunto no es baladí: los socialistas quieren un sistema financiero más a su medida, más próximo a los planteamientos gubernamentales.