Tras el siniestro de los Cougar en Herat, los soldados españoles desplazados a "Base Arena" se pudieron en comunicación con familiares y amigos. El mensaje que todos enviaron fue similar: "Estamos asustados, nos atacan". El gobierno sin embargo sigue sin permitir el acceso informativo a la tropa. Tampoco permite conocer el testimonio del piloto del segundo helicóptero, que ayudaría esclarecer las causas del "siniestro", cosa que Bono no hizo en su comparecencia parlamentaria.

El titular de Defensa sigue dejando las hipótesis abiertas, aunque el mensaje de los militares es bastante explícito. ¿Por qué ese oscurantismo y esa falta de transparencia? Quizás porque el gobierno no puede digerir políticamente la tesis de un ataque. Primero porque el pueblo español no desea acudir a una guerra; después porque no era ese el mandato parlamentario del que tanto ha presumido el gobierno y pondría en riesgo los compromisos españoles con la administración americana.